miércoles, 16 de marzo de 2011

Historia Protestantismo en América Latina II


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No fue hasta casi cinco siglos después que los europeos llegaron allí tras el “descubrimiento” de Cristóbal Colón cuando se crearon colonias permanentes e incluso ciudades como San Juan en Puerto Rico (la primera ciudad fundada por europeos en el Nuevo Mundo), o San Agustín en la Florida (primera ciudad europea en lo que hoy es Estados Unidos).

El propio Cristóbal Colón aunque tenía un objetivo claramente comercial (llegar a las Indias, navegando hacía el Oeste), y que por ello fue respaldado por los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, tenía en su mente también el llevar la fe de Cristo a estos nuevos pueblos y por ello daba gracias al Señor. Leemos en una carta que envió a los Reyes (Epístola de Insulis Nuper Inventis) tras llegar por primera vez al Nuevo Mundo: que toda la Cristiandad dé gracias al Salvador, nuestro Señor Jesucristo, que nos ha concedido tan grande victoria y recompensa ........que Cristo se regocije en la tierra así como lo hace en el Cielo al anticipar que tantas almas de estos pueblos perdidos van a ser salvadas. Regocijémonos también nosotros, tanto por la exaltación de nuestra fe como por el incremento de bienes temporales en los que no tan sólo España sino toda la Cristiandad va a compartir.

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Posteriormente y en diversas oleadas muchos misioneros fueron enviados a todas partes de América, en especial del Centro y del Sur para evangelizar aquellas gentes y tierras. En cuanto a la América del Norte las influencias más importantes serían de protestantes europeos (ingleses, holandeses, franceses, etc.) que fueron llegando aunque en fechas más tardías.


España y Portugal fueron las dos naciones protagonistas de la inicial cristianización misionera del resto del mundo, en especial a partir de la época de los Reyes Católicos.

El cristianismo se hallaba prácticamente centrado en Europa a finales del siglo XV, y en aquellos tiempos se podía hablar de “la Cristiandad” como sinónimo de Europa. Dos hechos de alcance mundial modificarían para siempre el panorama religioso del mundo:

a) El descubrimiento de América (1492), y
b) La Reforma Protestante (1517)

Tras la caída del poder mogol en Asia, que era tolerante con los extranjeros y permitía un tránsito pacífico de las caravanas europeas, se incrementó enormemente la dificultad de los viajes hacia Asia para buscar especies, seda y otros bienes apreciados por los europeos. La animadversión de los musulmanes (justificada por el comportamiento de los mal llamados cristianos de las Cruzadas), y la poca simpatía hacía los extranjeros de las nuevas dinastías chinas plantearon como alternativa el viaje por mar.

Los portugueses hicieron grandes progresos en la navegación hacia las Indias circunnavegando África. Los españoles, y más tarde franceses e ingleses, se decantaron por ir hacia el Oeste.
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Tras el “descubrimiento” España y Portugal que eran, por entonces, las dos mayores potencias mundiales decidieron repartirse el mundo. Ambas naciones que eran rígidamente católicas querían evitar un nuevo enfrentamiento y buscaron un árbitro en el Papa, por aquel entonces era Alejandro VI, que era español de nacimiento. Los Reyes Católicos le solicitaron que legislase en esa materia y así en mayo de 1.493 el Papa trazó una línea desde el Polo Norte hasta el Polo Sur, que pasaba a unos 160 kilómetros de las islas de Cabo Verde. Las tierras que estuviesen al Oeste de esta línea (el Nuevo Mundo) pertenecían a España, lo que quedara al Este sería para Portugal.

Un año más tarde, en junio de 1494 y en virtud del Tratado de Tordesillas esa línea se modificaría y se desplazaría unos 1.100 kilómetros al Oeste (meridiano 46° de longitud Oeste) por petición de Portugal. Esta nueva línea, aún sin tal vez saberlo entonces, pasaba sobre Brasil y gracias a ello Portugal tuvo la posibilidad de llegar, legalmente, al Nuevo Mundo.

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