jueves, 27 de enero de 2011

ORIGEN Y CREENCIAS DEL MOVIMIENTO PENTECOSTAL I

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. La nostalgia del racionalismo: De Pentecostés a la Nueva Era.

El pentecostalismo es la realidad religiosa más enérgica del cristianismo moderno. En sus cien años de historia contemporánea el movimiento pentecostal ha cambiado iglesias, formas cúlticas y transformado la vida de millones de personas. La revolución espiritual del movimiento pentecostal y su variante carismática está detrás, en buena medida, del espectacular crecimiento evangélica de los últimos veinte años.

El famoso evolucionista y humanista el doctor Ashley Montagu, profesor en la Universidad de Princeton afirmó sobre la verdad: “La verdad absoluta pertenece solamente a una clase de humanos, la clase de los necios absolutos”. Con esta lapidaria afirmación el Dr. Montagu dinamitaba los últimos restos del racionalismo y el humanismo modernista.

El final de la “verdad absoluta” se constituía, paradójicamente, en la tumba del pensamiento modernista y su componente ateo. El humanismo, nacido del Renacimiento con sus fuertes dosis de optimismo; la Ilustración, con su idea de progreso y la bondad innata del hombre; el Racionalismo y su “fe” en la ciencia como fuente de toda verdad objetiva, terminaban juntos en el saco roto del Posmodernismo.

Dos guerras mundiales, numerosos conflictos armados, el hambre en el Tercer Mundo, la mecanización del hombre y el fracaso de los ideales marxistas, devolvían al hombre hacia sus viejos dioses irracionales. Podríamos parafrasear al filósofo y decir: “La razón ha muerto”. Junto a ella, las plañideras de la teología liberal, la teología de la liberación y la madre de todas las teologías, hacen coro. Después de varias décadas aproximándose al racionalismo, la “vanguardia teológica” se hunde en el más profundo desconcierto. Tras trivializar la Biblia, descomponerla en infinitas partes, experimentar la critica racionalistas feroz y el Reino de los Cielos, aquí y ahora, la “Biblia racionalista” ya no sirve en un mundo irracional.

El teólogo Gabriel Marcel dice acerca de una religión sin misterio: “sin el misterio, la vida sería irrespirable”.

Podemos decir ante la tumba de la modernidad lo que Antonio ante el cuerpo de Julio César: “Ayer mismo, la palabra de César podía enfrentarse al mundo; ahora yace ahí, y nadie es tan poca cosa que le haga reverencia ”.

La “Vieja Tierra” está preparada para recibir a los nuevos sacerdotes de los nuevos dioses (religiones orientales, espiritismo, religiones africanas, fenómeno ovni, misterios exotéricos, brujería), pero unidos a todo este nuevo movimiento espiritual, de una manera sorprendente y fuera de todo programa, las iglesias evangélicas comienzan a crecer en los cinco continentes. Uno de los motores principales de este crecimiento han sido sin duda las iglesias pentecotales. Esto nos lleva a las siguientes preguntas: ¿El pentecostalismo y la Nueva Era son dos caras de la misma moneda? ¿Las iglesias pentecostales son una consecuencia más de la reacción posmoderna?

Lo único que el pentecostalismo tiene en común con los “Nuevos Movimientos Religiosos” y la “Nueva Era” es el deseo de dar respuesta al gran vacío existencial del ser humano, pero la forma y el fondo de sus respectivos mensajes son totalmente opuestos.

El movimiento pentecostal es tan amplio, diverso y rico, que difícilmente podremos resumirlo en esta serie de artículos, pero intentaremos acotarlo desde un punto de vista sociológico, histórico, cultural y antropológico; evitando el debate teológico, ya que, si uno quiere tener enemigos irreconciliables métase en teologías. Por eso yo digo como en el proverbio medieval: Aude, vide, tace, si vis vivire en pace .

Por último, agradecerle a Manuel de León sus artículos, sin cuyo acicate estos artículos no habrían visto la luz. Terminando de nuevo con las palabras de mi querido Antonio ante el cuerpo del héroe muerto: “¿Vais a tener paciencia? ¿queréis esperar un poco? Me he excedido al hablaros de ello: temo que agravio a los hombres honrados cuyas dagas apuñalaron a César: lo temo”.


Próximos artículos:
2. La Nueva Espiritualidad en un Mundo Viejo: posmodernidad y pentecostalismo.
3. Pentescotalismo, carismatismo y neopentecostalismo.
4. Orígenes del pentecostalismo moderno: Más allá de Topeka.
5. El pentecostalismo como movimiento de integración racial.
6. El fuego pentecostal y la renovación de la liturgia protestante.
7. Pentecostalismo: una religión para los humildes.
8. La actitud moral del pentecostalismo.
9. El ecumenismo pentecostal: Llegando a todos desde la base.
10. Carismatismo católico: ¿Una esperanza de renovación?
11. Los pentecostales: un movimiento de poder.
12. La fuerza evangelizadora del pentecostalismo: la locura de la predicación.
13. Libertad cristiana frente a dogmatismo.
14. Los nuevos movimientos religiosos: posbiblismo y gnosticismo.
15. Un siglo XXI pentecostal, como Joel profetizó.
16. Una sola labor, una sola denominación.

Mario Escobar Golderos, licenciado en Historia, diplomado en Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid y director de la revista “Nueva Historia para el Debate”.

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